Hola, soy Jesús...
¡Hola!, Antes que puedas
pulsar el botón de inicio o el de cerrar en tu Smartphone o Tablet o donde me estés
leyendo, déjame pedirte un solo favor... ¡quédate! Quédate porque te quiero contar mi
biografía y más que eso, quiero que me conozcás.
¿Dónde empezamos?
Sabés de que antes que yo
naciera, mucha gente, siglos antes de mí, ya habían dicho que yo nacería y
nacería como un rey y es bastante curioso porque ¿te imaginás a un rey que nace
en un establo?, es un poco peculiar pero así fue conmigo, me llegaron a visitar
con regalos y buenos deseos unas personas importantes que los había guiado una
estrella, increíble... no usaban GPS.
Así fui creciendo,
físicamente y en conocimiento también, no es por alardear pero tenía un
coeficiente bastante bueno, cuando tenía 12 años tuve un debate con los
doctores y filósofos de donde yo era y no me fue tan mal, a ellos les gustó lo
que escucharon, al final mis padres no sabían dónde andaba y me andaban buscando
preocupados (les aconsejo siempre avisarles a sus padres de alguna salida), después de todo eso nos fuimos a casa.
Años más tarde había un
hombre bastante sabio que hablaba de las maravillas de nuestro creador y al
verme se sorprendió, a mí la verdad me daba mucho gusto verle, me sentí bastante
feliz. Cuando yo tenía 30 años ese mismo hombre me bautizó y así empezó un
viaje de tres años.
En esos tres años, viví
muchas cosas malas, buenas, hermosas, desagradables... perdón si estoy siendo
bastante egocéntrico, pero sabés, a mí todos los días me rodeaban personas
que yo no conocía pero me agradaba
ayudarles, porque aún creo que existen personas buenas en este mundo, a pesar
de ayudarles no me aceptaban, incluso una vez ayude a diez enfermos y cuando
ellos sanaron, sólo uno me dio las gracias, me sentía feliz por eso, pero
pudo más mi tristeza y fue una decepción bastante grande ver que los otros nueve se fueron.
Pero eso no se queda ahí,
caminaba a pie y descalzo por tierras desérticas y la vez antes de regresar a
mi ciudad natal, me dieron un burrito, llegando a la entrada, salieron miles de
personas que no conocía pero en algún momento les ayudé, salieron con palmas y
alfombras y muchas cosas más para celebrar mi llegada, te digo algo, se me hizo un
nudo en la garganta pero no por el recibimiento, sino porque esa misma gente, tres
días después me sentenciaron a la pena máxima que se le puede otorgar a un ser humano: la pena de
muerte.
Se burlaron, me pegaron, me
escupieron la cara, me llene de sangre, mis fuerzas se agotaron y aun así
cargué una cruz de madera bastante pesada, en esa cruz clavaron mis manos y mis
pies, me colocaron una corona de espinas en burla (por lo que te comenté al
principio cuando dijeron que yo era rey), pase más de 3 horas clavado en esa cruz
antes de morir y cuando por fin lo hice, no les bastó y atravesaron con una
lanza un costado de mis costillas, morí, me llevaron a una tumba fría y
pusieron una enorme piedra en la entrada.
Tres días después de mi
muerte, lo creás o no, resucité y después de todo ese sufrimiento, tantas cosas
que pasé, perdoné a los que me hicieron mal e incluso les invite a ser parte
del reino de mi padre... ¿Sabés quién es mi padre? Sí, es Dios y yo soy Jesús, y
me siento orgulloso de lo que hice, para que vos me podás conocer y me
permitás convertirme en tu amigo, no me rechacés después de todo lo que pasé... no quisiera repetirlo nuevamente, así que te invito a que seamos amigos y seás parte del reino de mi padre.
Este es el capítulo 03 de la mini serie "3 amigos", espero me dejes tu comentario.
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